Estás enterado de que en Curumi-inclusivo estamos en proceso de lanzar nuestra nueva línea económica de juegos modulares, los cuales están diseñados y enfocados para complementar la rehabilitación de niñas y niños con algún tipo y grado de discapacidad… Si no es así, deja que te cuente:
Los juegos modulares, de nuestra línea de rehabilitación, los hemos desarrollado con la intención de que cada espacio y cada juego permita estimular, desarrollar y mantener habilidades cognitivas, psicológicas, sensoriales y psicomotoras, como también sociales, las cuales son una herramienta esencial para el desarrollo bio-psicosocial de una persona durante su vida, y generar un impacto considerable durante la primera etapa de su vida. Nuestros juegos cuentan con distintas zonas de estimulación e interacción dentro del mismo, los cuales están claramente señalados con figuras geométricas que tienen un color predeterminado. También elegimos colores para poder diferenciar los lugares en donde se producen interacciones, como un juego musical, un juego quinestésico, el resbalin, un muro de escalada.
También cuenta con un asiento que es como un refugio, el cual está orientado mirando hacia la parte posterior del juego, en donde no hay tanta interacción con el entorno. La dirección en la que está orientado en refugio, está diseñado justamente para aquellos niños y niñas que presentan el trastorno del espectro autista (TEA), con la finalidad de que sea un espacio de cobijo al momento de que el niño o niña presente una descompensación, para que así se pueda tomar el tiempo que sea necesario para autorregulación.
A su vez, como mencionamos anteriormente, el juego puede incluir un espacio donde se encuentra un juego musical, especialmente un metalófono. Este juego tiene un gran valor estimulante para las niñas y niños para trabajar y fortalecer la motricidad fina, ya que al agarrar la baqueta le ofrecemos a las niñas y niños trabajar su motricidad fina, paralelamente, cuando la niña o niño hace sonar una tecla, no sólo está reforzando su motricidad fina, sino que también esta acción le proporciona trabajar y reforzar su capacidad y discriminación auditiva, a su vez se trabaja la coordinación visual junto a la coordinación motora, ya que el niño o la niña tiene que visualizar el lugar donde tiene que pegar con la baqueta, y ejercer el movimiento para concretar esa acción, por lo que se desarrolla una coordinación entre lo que vemos y la acción que vamos a realizar. En el mismo metalófono, podemos desarrollar la atención junto a la ejecución de secuencias, ya que para hacer sonar el instrumento, la niña o niño puede seguir una instrucción del adulto que lo acompaña, lo cual estimula la atención y la concentración. Por otra parte, al sostener la baqueta, nos enfocamos en reforzar la musculatura de la mano y el brazo, al hacer el acto de golpear la tecla. a su vez, el niño trabaja al control y equilibrio del tren superior, ya que al ocupar este juego, lo incentivamos a mantener el tronco erguido, lo cual refuerza los músculos de la espalda, los abdominales, la motricidad gruesa al estirar y mover el brazo, y el rango de movimiento del hombro ya que tiene que realizar movimientos amplios para lograr hacer sonar todas las teclas.
Esta línea también está diseñada con sectores que tienen un color en particular, en los cuales cada color hace referencia a un tipo de discapacidad, la cual podemos trabajar y desarrollar habilidades en dicho sector. Sin embargo, que un color represente una discapacidad, no quiere decir que únicamente sea para trabajar esa discapacidad, sino que es una representación que sirve como guía para el usuario, con la finalidad de que en dicho sector pueda sacarle provecho a dicha situación, como por ejemplo:
1- Verde: Este color representa la situación de discapacidad física. En este sector del juego, podemos trabajar y desarrollar el rango de movilidad de un área de nuestro cuerpo, realizando ejercicios que pueden indicar el profesional tratante, para trabajarlo en la casa.
2- Celeste: Este color hace referencia a la discapacidad cognitiva, en la cual podemos trabajar funciones de ejecutivas, como por ejemplo la atención, que es fundamental para el desarrollo psicomotor de las niñas y niños, la memoria, la cual nos permite interiorizar habilidades nuevas, trabajando funciones ejecutivas.
3- Naranjo: El color naranjo representa la discapacidad mental. Esta abarca diversas funciones ejecutivas, las cuales desarrolla y mejora habilidades sociales, como el comunicarse con otras personas, a su vez estimula y fomenta la autorregulación, cuando la niña o niño experimenta una descomposición.
4- Rosado: El área que demarca el color rosado, podemos encontrar herramientas para estimular la situación de discapacidad sensorial. Esto se refiere a que podemos trabajar habilidades desde los sentidos, como por ejemplo: la audición, la visión, la percepción, el tacto, como también el ámbito propioceptivo y lo vestibular.
Nuestros juegos cuentan con excelentes condiciones de fabricación, lo cual hace más segura la entretención de nuestras niñas y niños, están coloreados con una pintura que es anticorrosiva y que vela y protege la salud e integridad de nuestras niñas y niños. A su vez, dentro de la infraestructura de nuestros juegos, te puedes encontrar con diversas actividades como: juegos musicales, juegos que incentivan a nuestras niñas y niños a trabajar y fortalecer su cuerpo, su capacidad de resolución de problemas. Paralelamente, tenemos integrado en el juego, circuitos que desarrollan la musculatura del tren superior e inferior de nuestras niñas y niños, para así favorecerlos en los diversos ámbitos de la vida.