En este artículo me gustaría dar una noción sencilla de lo qué es comunidad. Para eso voy a citar a diversos autores como Ezequiel Ander Egg,” la comunidad es una agrupación de personas que se perciben como unidad social, cuyos miembros participan en algún rasgo, interés, elemento, objetivo o función común”, donde las personas se sienten con conciencia de pertenencia, ya que viven, se comunican y se desenvuelven en cierta área geográfica en donde la pluralidad de las personas interacciona y se comunica más intensamente entre ellas.
Marchioni, un trabajador social italiano, afirma que, desde un punto de vista estructural, la comunidad se compone de cuatro elementos fundamentales, que se relacionan entre sí, y esa interacción define la acción comunitaria; el territorio, las personas que habitan en dicho territorio (población), las necesidades que tienen las personas de ese territorio (demandas) y los elementos para realizar los proyectos y lograr las metas que se proponen, entendidos como (recursos).
Población:
Como ya sabemos, una población se define como un conjunto de personas que habitan en un territorio definido, que se relacionan entre sí, que a su vez tienen cierto grado de independencia y que realizan actividades en común, atendiendo intereses, necesidades y objetivos colectivos.
Es por eso que, yo, Pablo Flore Jaques, siendo técnico psicosocial, que a su vez porto una parálisis cerebral, te quiero invitar a comprender qué se entiende por inclusión.
El concepto de inclusión se ha venido desarrollando por varios años, muchas personas lo asocian al concepto de la discapacidad, otras personas lo relacionan a la perspectiva de género, otros lo ven enfocado a una interacción entre culturas. En esta ocasión les hablaré sobre el concepto de inclusión, enfocado a las diversas discapacidades que existen. Como he descrito en blogs anteriores, existen cinco grandes tipos de discapacidades; la física, la auditiva, la visual, la cognitiva y la mental/psíquica.
Existe un concepto que es la “organización comunitaria”, este concepto se caracteriza por captar las necesidades urgentes de una comunidad, y a su ves cumplir los objetivos que tienen en común las personas de dicho territorio. Actualmente la concientización y la comprensión de la inclusión de personas en situación de discapacidad (PsD en adelante), es fundamental para generar espacios y entornos accesibles para PsD.
Desde mi punto de vista, la comunidad cumple un rol fundamental respecto a exigir al gobierno local, (la municipalidad), a reconstruir y construir espacios públicos accesibles.
Sabías tú que la inclusión no es una mera acción de modificar una estructura que ya está instalada y ponerle una rampa, o un pasamano, o algún apoyo técnico. La inclusión, y su aplicación en la comunidad, está enfocada a generar instancias y espacios de diálogo directo entre el gobierno local y las personas residentes, ya que ellas son las más idóneas para identificar las demandas urgentes respecto a la accesibilidad e inclusión. Si bien, la inclusión se enfoca en adaptar entornos, los cuales favorezcan la fácil movilización de PsD, también se preocupa de cómo la comunidad pueda acceder a información adecuada para comprender e integrar conocimiento sobre cómo abordar la inclusión, sobre los distintos tipos de discapacidad y sobre todo, entender que las PsD somos “personas”, con los mismos derechos sociales como cualquier ciudadano, como por ejemplo: poder trasladarse con libertad y sin impedimentos por lugares públicos de una comunidad, tener acceso a su desarrollo personal, facilitándole el acceso a cursos y capacitaciones que imparta el municipio.
En la última parte del párrafo anterior, me refiero objetivamente a que, si una agrupación local, ya sea la junta de vecino, un club deportivo, una casa de acogida, los centros de salud familiar (CESFAM), los consultorios de salud mental (COSAM), los (SAPU), deben contar con una infraestructura accesible para una persona en situación de discapacidad.
Lo mismo sucede con nuestras niñas y niños. Actualmente existe un gran porcentaje de niñas y niños que portan algún tipo de discapacidad, teniendo en cuenta esto, es responsabilidad de nosotros, las personas que trabajamos y vivimos en una comuna, exigir que los entornos e instalaciones sean adecuadas para transitar sin complicaciones fundadas en el mal estado de calles y veredas, que se entienden como “barreras del entorno”, es un derecho y un deber como ciudadano. A través de esto, generamos un sentido de pertenencia en las personas que viven en nuestra comunidad, y también, nuestra intención es ofrecerles a las personas que no son de nuestra comuna, una experiencia acogedora y agradable.
El formar parte de los proyectos que se realizan en una comunidad para un positivo desarrollo de esta, a las personas les genera un sentido de pertenencia, y con mayor razón si estas modificaciones acogen y respetan las diversidades de las personas y sus opiniones. Es por esta razón que al momento de implementar modificaciones estructurales y modificaciones de un entorno específico, debemos saber y conocer la opinión de todas las personas, o bien su mayoría para fortalecer el sentido de pertenencia y promover el cuidado y mantenimiento de las renovaciones efectuadas en nuestra comunidad.
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